Categorías Vida Perla

09.01.2025

Des de que vengo aquí, en esta inmensa Biblioteca...

La troupe, o la familia, la milicia...
La compañía.
Hacemos teatro en compañía.
Con vuestra compañía.
Y tan solo por esto ya tiene sentido.
Feliz año y una bonita noche de Reyes.
 
Un día en la oficina o la escena de una obra de teatro
En la cena de Navidad, Berta nos leyó este retrato...

Albert teclea sin descanso, no para de escribir. Entre idea e idea balbucea en voz alta el final de una frase que nadie entiende. Anna llega de la cocina con un café que nunca beberá y, riendo muy fuerte, anuncia por décima vez que no funciona el wifi. Vero le dice: ¡es muy fácil!, mientras llama a todos los informáticos de la ciudad al mismo tiempo. Gina asoma la cabeza por la puerta y grita que aún no ha encontrado alojamiento para Martyn en esta Barcelona gentrificada y absorbida por el capitalismo más crudo. Ari le da la razón mientras internamente debate si cortarse o no el cabello. Bet habla por teléfono con el Principito mientras organiza espontáneamente un picoteo en el comedor, acompaña a su hija al médico, le explica a Clara el proyecto internacional y redacta veintinueve proyectos. Todo al mismo tiempo. Silvia, normalmente hacia las doce del mediodía, aparece con las manos en los bolsillos, presumiendo de unos pantalones nuevos que le regaló Ari, y le dice a Anna que será la última en cobrar porque se ha olvidado las llaves de la oficina. También aprovecha para enseñarnos a todas su nueva agenda 2025. Se forma un corralito alrededor de Silvia. Llega Eva y grita: ¡ánimo!, y se pone a escribir rápidamente a todos los programadores de Cataluña. A Ari le entra una llamada desde París, y el silencio se apodera de la sala para escucharla hablar en francés. Luego vuelve el alboroto. Vuelve a haber silencio cuando Brito llama a un hotel de Alicante; todas la escuchan hablar en canario. Gina asoma de nuevo la cabeza por la puerta y grita: ¿en serio han cerrado la panadería de abajo? Laura Vinyals, que lleva poco tiempo en la oficina, lo observa todo de reojo y en silencio. Sonríe mientras piensa: qué intensidad tiene la gente del teatro… Alicia y Brito la consuelan: ya te acostumbrarás. El timbre suena varias veces, y Ari y Anna dicen a la vez: es Oriol. Aparece Oriol y dice: ya lo hago todo yo, tranquilas. Albert, que no ha dejado de redactar noticias, sale para leer fuera y llamar a la Asociación. Silvia sigue rondando por el pasillo comentando con Alicia el último cotilleo de la oficina. Berta pasa toda esta escena por Softcatalà. Alguien, no sabemos quién, grita: ¡Bajo a La Biblio!

Berta Cascante
Navidad 2024

 

Il racconto di Vinicio Capossela al Teatro La Biblioteca
Unas reflexiones que os pueden acompañar estos días...
 

Este diciembre tuvimos el inmenso placer de recibir a Vinicio Capossela una noche en el Teatro La Biblioteca, en un acto organizado por el Instituto Italiano de Cultura de Barcelona. Es uno de los músicos de cabecera de La Perla, una mezcla preciosa de excitación y melancolía. Habló de eclipses, de festividades, de detener el tiempo que corre con las historias, de la noche de Reyes... Os compartimos las notas que tomamos, como otra manera de reflexionar sobre estos días festivos, por si queréis dejar que estas ideas os hagan compañía.

Il fuoco e il racconto. Este es el título del ensayo de Giorgio Agamben que Capossela cita para introducir una de las cuestiones que marcan su labor como músico: contar historias a través de las canciones. Y más allá de eso, hacer un arte que nos reúna para narrarnos historias y crear nuevas, como siempre ha logrado la oralidad.

El tiempo de las historias interrumpe el tiempo de la muerte. Consiguen detenerlo por un rato, dejarnos en suspenso. “Contar una historia es siempre una interrupción del tiempo mortal”. Responde a un deseo ancestral. Capossela se declara un gran enamorado de la literatura por este motivo. Como en la ballena de Pinocho: allá fuera está el mar, el mundo, la realidad hecha de pasado y recuerdos. Dentro del vientre de la ballena, en cambio, está la posibilidad de algo nuevo. Porque en el relato siempre hay un descubrimiento, aunque la historia nos la hayan contado mil veces.

Su libro Ecclistica es un diario de a bordo, un libro lunar, un calendario, un abecedario de lo visible y lo invisible. Nos habla de los eclipses y de cómo la historia de la humanidad siempre ha estado ligada a estos fenómenos astronómicos cargados de significado y mitos. Los eclipses han acompañado desde tiempos inmemoriales el destino humano: los hemos anotado, observado, esperado. Y seguimos haciéndolo. Reflejan nuestra necesidad de rituales, de dignificar la vida a través de lo que vemos y de lo que nos queda oculto. Los rituales, como los eclipses, suceden cada cierto tiempo y afectan a toda una comunidad. También interrumpen el tiempo: a través de las horas, trascienden los horarios, como un concierto.

A Capossela le interesan estos fenómenos y lo que sucede en esos lapsos. Son como las fiestas, donde siempre hay un fuerte componente de ilusión. Dice que lo ve en los ojos de la gente en los conciertos, como la hipnosis de una hoguera. Y la prolongación cultural de este fenómeno son las festividades, estas épocas especiales, fechas señaladas, donde la linealidad del tiempo y las cadenas de causa y efecto se pliegan sobre sí mismas para dar paso a una vivencia diferente.

Su último disco, Sciusten Feste n.1965, está enteramente dedicado a las fiestas de Navidad. Para él, son como una gran mascarada, donde abandonamos nuestros rostros cotidianos para buscar la chispa de la mirada. Como la duodécima noche de Shakespeare, Noche de Reyes, que también es una gran mascarada vinculada a la celebración navideña de la época (Twelfth Night), donde se compartía la alteración natural vinculada a la muerte y resurrección en el cambio radical del orden de las cosas.

Estamos en pleno periodo festivo, y no podemos sino recomendaros que os dejéis acompañar por las canciones del nuevo disco de Capossela y que os dejéis llevar por la magia especial de participar en unos rituales que hacemos entre todos y que, por eso mismo, van más allá de cada uno de nosotros. Alrededor de una mesa, con platos que nos remiten a la infancia, y a la infancia de nuestros abuelos. Estas noches frías que nos conectan con el pasado atávico de los eclipses lunares, que nos devuelven al presente menos cronológico y acelerado, y que nos permiten estar abiertos a la novedad que promete toda buena historia.

Capossela toma el pequeño piano rojo que le hemos dejado preparado en el escenario, toca una canción en italiano que dice “no tengas pena si estas fiestas no estás conmigo”, y al terminar afirma: “Con este pequeño piano estamos rindiendo un buen homenaje a Pascal Comelade”. Luego se mueve al piano grande, arranca unos acordes y, mientras Marc sube un momento para colocarle bien una hoja de la partitura, comienza la tonada que tanto nos encanta de Non c'è disaccordo nel cielo. Finalmente, invita a su guitarrista a subir al escenario y juntos cantan, como hacía la argentina Mercedes Sosa, sobre el cambio de las cosas discretas y fragilísimas, que cambian con nosotros, Le semplici cose.